¡Hola lector@s!
La publicación de hoy es un acto reivindicativo motivado por un comentario que ha realizado una persona, digamos que con bastante mala intención, debido a mi negativa a aceptar una propuesta editorial. El comentario, en cuestión, ha sido (e intentaré citar lo más literalmente que recuerdo): «¿Qué clase de corrección te han hecho, que ni siquiera se han dado cuenta de que el título de la novela tiene una falta de ortografía que duele a la vista?», refiriéndose a que la obra debía titularse: En busca de la verdad.
Ya conocéis mi talante respecto a las críticas constructivas; las acepto todas, pues de todas ellas se puede (y se debe) aprender. Y en el caso que nos ocupa, he recibido muchos consejos y consideraciones (todos ellas bienintencionadas) respecto al título de la novela. «¿No es más correcto decir: En busca de la verdad que: En búsqueda de la verdad?», me han preguntado algunos lectores. A lo que siempre he respondido: «Tienes razón, es mucho más frecuente encontrar el término en busca, cuando se refiere a la acción de buscar, que en búsqueda, pero como ambos son sinónimos he decido titular la obra En búsqueda de la verdad, pura y meramente, por musicalidad«. ¡Sí, por musicalidad! Titulé la novela utilizando dicho sustantivo porque me sonaba, suena y siempre me sonará, más armónico (que también se podría escribir «con h», aunque sea poco usado). Simplemente me gusta más.
Para gustos, los colores, y asumo a que a algunos lectores les pueda gustar más En busca de la verdad que el título que le puso el autor. Pero no acepto que se menosprecie con tanta vehemencia el trabajo de la correctora profesional que me corrigió la novela, simplemente porque he rechazado una propuesta editorial por no entender lícito que me pidieran abonar una cantidad de dinero (no poca) destinada a la realización de la obra, entiéndase: corrección orto-tipográfica, diseño de la portada, edición del libro, etc. Y que conste, que entiendo que cada editorial tenga sus criterios a la hora de aceptar publicar a un autor, ¡faltaría más! De igual forma, si el autor no está de acuerdo con las condiciones que le plantea la editorial para publicar su obra también tiene derecho a declinar el ofrecimiento sin recibir dardos envenenados.
Dicho esto, como no me gusta argumentar sin aportar datos, os dejo dos capturas de pantalla con sus correspondientes enlaces del Diccionario panhispánico de dudas y de Fundéu BBVA, en los que se recoge que «en busca» y «en búsqueda», son sinónimos y, por ende, igualmente válidos en su uso.
Carpe Diem!
© Miquel Àngel Lopezosa. 24 de mayo de 2017.
Hola Gabriel me encantó tu artículo, ya que explicaste lo que me ha pasado toda la vida y no había podido ponerle nombre… Por musicalidad! Nunca me ha sonado bien «en busca de» es más, por mucho tiempo pensé que estaba mal esa expresión y la corregía por «en búsqueda de» y aunque investigué y supe que las dos son correctas, sigue sin sonar bien jajajajaja y tu le pusiste las palabras que requería mi argumento, muchas gracias
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